Desde ahora profeso
mi duda en el credo del
más voluble sentimiento
que tan dentro nuestro
arraiga sin mero consentimiento
y marcha y luego
te llena de nuevo con
tanto dolor esperpento.
Dudo y presumo,
-y así yo asumo
cada respuesta que tanto dolió-.
Luto y morfina
son dos paradigmas,
con su mecanismo que
mintiendo se dicen adiós.
.
Miquel González, gener 2011
Podría parar el tráfico
saliendo del alcantarillado
sordo de cláxones
ciego de luces
mudo por el pavor.
Y así podrías cruzar el asfalto
sin darte incluso cuenta
que la urbe a tu alrededor
se detuvo con tu misma sonrisa.
Frena la velocidad estridente
cada vez que se le antoja
-y tu al volante de un tractor-.
Siegas las lápidas
y las posos de té
árida y seca
amanezco otra vez.
.
Miquel, gener 2011
Las campanadas misericordiosas
han devuelto la esencia de aquello perdido.
Si fuese agosto – llovería.
Y los enemigos volverían.
Como sentarse en las cumbres
y divisar la perdición del hombre.
Me has devuelto intacto el corazón.
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Miquel , 31 Desembre
Se ha vaciado la habitación
- ni las bombillas quedan ya.
Y tu – mecánico- ingenias
en recuperar esa voluntad primera,
-de hoy.
vistos desde una mirilla,
la luz de la escalera reflejará –quizás-
el ayer.
Y correrás hacia abajo
-abandonando el hueco piso-,
llegando a un pavimento
con forma de agujero en el que
tus piernas se colaran –y con ellas-
mañana.
Y dejará de merecer la pena
-aprendiendo del eco.
.
Miquel Black
El neón es tan de los noventa,
-el rojo demasiado de principio de siglo.
Ni opio ni drogadictas muertas
-¡el ego depende tanto del objetivo!
El humo es irresistiblemente necesario
-¡y golpear merece un himno!
El cigarro en mano molesta
-pues no soy zurdo – y tu, lo dudo.
Corresponde a la noche brillar en su oscuridad.
Artificial o de verdad – nada es realmente un maquillaje.
Donde latió la sangre, donde cruzaron antes
viperinas lenguas de escorpión.
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Miquel Gonzàlez, desembre 2010
No hay redes.
Sino yo que me enredo
en inconexiones inconexas
abasteciendo un largo trecho
de hilos que ni tan solo existen.
Es la alegoría de las relaciones
que me chafa y cuestiono
si todo es tan de verdad.
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Miquel Gonzàlez, desembre 2010
Esa parte que aún pertenece a vosotros
sin escudos –ya.
Como recorrer hasta el oasis y creer el fin
se permite el lujo de contemplar lo avanzado.
El frío se impregna pues la bufanda
se enterró debajo de la arena al despertar.
Luego crece el girasol – de una bombilla en la maceta.
Y quizás un paso más allá
sonría o se duerma.
Loco o no desespera
y el viento cubre las huellas.
¿Ha de existir en el cuerpo la esperanza,
o ha de arrancarla con contundencia?
Solapa el fragmento deshecho,
esa parte que aún yace pálido y roto.
.
Miquel Gonzàlez
¿Qué sería despertarte en el desierto?
Sediento, ardiendo – tan lejos de nada.
¿Sería el oasis la redención?
Una alucinación - un mataesperanzas.
Caminar se te hace arduo
-¿desearías descalzarte en el hielo?-
y galopas con el grito en la nuez
-¿qué sentido tiene bramar al Sol?-
Libarías tu sangre si no quemase más que tu piel.
Cerrarías los ojos siguiendo.
Para oír los cláxones.
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Miquel Black
Es el fin de la jerarquía de colores.
Blanco e infiel – duque sistemático.
Corea con las manos,
después de la expulsión.
Un éxtasis sin besos
-recuerdo de la fauna de ayer.
Es el fin de la monarquía de impresiones.
Negro y estable – rey dramático.
Black, octubre 2010
Enfermó pecaminosamente
Excitación aparte – un extenso dolor.
Vomitó contención
y del resguardo ganó una palangana
dejando entonces su corazón,
cubierto de excrementos.
Mareo extraño – anemia sentimental
deshechos putrefactos –de nosotros.
La disyuntiva final traerá
el convencimiento de locura.
Black, octubre 2010
