La bruja.

Si sientes un pinchazo en el corazón más de dos veces seguidas, significa tal vez que algo extraordinario ocurre. Ni para mejor ni para peor, algo que esta cambiando se manifiesta. No voy a tener un infarto, aunque con las señales así lo entenderíamos. Se trata simplemente de dar dos pasitos hacia atrás para avanzar en un saltito un paso de gigante. Un proceso natural, como comentaba, el cual me veo preparado para asumir. Ser y no ser, perdonar y querer. Una poesía un poco menos sórdida y algo más viva. Son mis locus amoenus que se tornan más hostiles, pero más seguros. El misterio del bosque -donde se esconde la bruja, donde habitan las bestias y las hojas me superan en tamaño- ha dado pie al basto prado amarillo por el sol. Menos belleza -según quien lo mire!- aporta algo mucho mayor. Son mis cambios, esos cambios, los que me ayudan a no parar y seguir caminando con una sonrisa en la cara.